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En España, se estudia el proyecto Medacc, capacidad de adaptación de la agricultura mediterránea al cambio climático, cultivos como la viña, el olivo o el melocotón acumulan dióxido de carbono en igual o mayor medida que los bosques de pino joven.
El Instituto Pirenaíco de Ecología del CSIC y el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF) de la Universidad Autónoma de Barcelona han participado en investigaciones de dicho proyecto, donde por primera vez, se mide la capacidad de retención de carbono en la agricultura.
Los investigadores tomaron muestras de diversos comarcas catalanas. En el tercer Informe sobre el Cambio Climático, en cataluña, se centro a adaptar la agricultura mediterránea al cambio climático.
Los hallazgos son claros, los cultivos mediterráneos como el olivo contribuyen a la capacidad del ecosistema para capturar emisiones de dióxido de carbono. Como resume uno de los autores del estudio: “Un campo de secano produce poco pero fija más carbono que un bosque de pinos”.
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